¿En qué consiste la rotura fibrilar?
De acuerdo a la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología, una rotura fibrilar – también denominada rotura muscular parcial – consiste en una lesión en la que se produce una rotura de fibras de un músculo a causa de un sobrepaso de la capacidad de resistencia del mismo. Como resultado, se produce una hemorragia local. Generalmente, el motivo que provoca una rotura fibrilar es un estiramiento del músculo de forma voluntaria o involuntaria. Así, la rotura fibrilar no es más que un desgarro muscular de grado I-II (gravedad leve-moderada).
¿Cómo suele afectar la rotura fibrilar a los futbolistas?
Aunque la rotura fibrilar también se produce en personas sedentarias que realizan un sobre esfuerzo, esta lesión es muy frecuente entre los deportistas que no han calentado lo suficiente antes de comenzar a realizar ejercicio físico o que han sufrido algún traumatismo. Otros motivos que provocan la rotura fibrilar son la realización de ejercicios de alta intensidad, la falta de descanso o la mala alimentación.
El fútbol es uno de los deportes en los que se producen un mayor número de roturas fibrilares, siendo la parte inferior del cuerpo la más vulnerable a sufrir estas lesiones entre los deportistas. Más concretamente, la rotura fibrilar de gemelo, la rotura fibrilar de cuádriceps, la rotura fibrilar de muslo y la rotura fibrilar de isquiotibiales son especialmente peligrosas.
¿Cuánto tiempo tarda en curarse una rotura fibrilar?
Ante el intenso dolor que la rotura fibrilar provoca en el lesionado y la necesidad de lograr que todas las fibras rotas logren recomponerse completamente para considerar la recuperación como satisfactoria, los futbolistas lesionados deberán descansar debidamente la zona dañada. No obstante, este periodo de tiempo variará de acuerdo a la gravedad del incidente.
Por ejemplo, el tiempo de baja para una rotura fibrilar de gemelos de primer y segundo grado ronda entre un par de semanas y un mes y medio, dependiendo de cada caso particular. Sin embargo, si hablamos de una rotura fibrilar de tercer grado, el tiempo de baja se podría extender hasta los seis meses, incluyendo también el paso por quirófano del afectado.
¿Cómo tratar una rotura fibrilar?
En caso de sospechar que podemos haber sufrido una rotura fibrilar, será fundamental acudir a un especialista de fisioterapia deportiva o medicina deportiva, que valorará el alcance del daño y comprobará qué tejidos musculares se han visto afectados.
Para lograr una recuperación de rotura fibrilar lo más pronta posible, lo más importante será el reposo del músculo lesionado, evitando realizar cualquier esfuerzo. El descanso de la zona en alto durante los tres primeros días tras la rotura será fundamental para impedir que la lesión pueda agravarse. Igualmente, generalmente se aplica frío en el punto afectado y se coloca un vendaje compresivo.
Teniendo en cuenta la multitud de músculos en los que se puede producir la rotura fibrilar y los diferentes niveles de gravedad que se pueden sufrir, los tratamientos a aplicar son múltiples, entre los que se encuentran la aplicación de ultrasonidos, masajes de drenaje, corrientes exitomotoras y ejercicios progresivos de reforzamiento muscular, entre otros.
Citas bibliográficas
Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Manual de Cirugía Ortopédica y Traumatología. 2nd ed. Forriol Campos F, editor. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2010.